Hola a todos,
Aquí estoy, valorando la marcha de mi formación en darle la vuelta a mis clases.
En primer lugar decir que lo que mas agradezco es la cantidad de ideas que estoy recibiendo de mis compañeros de curso.
Veo que todos ellos son expertos en darle la vuelta a sus clases, y si no lo son, aprenden bien y rápido.
No hay mejor forma de aprender que estar motivado y sin duda vosotros lo estáis.
Yo he jugado con un poco de trampa, debo ser sincero, los proyectos que he propuesto, para bien o para mal, son todos reales, los he puesto en práctica este pasado año.
Espero que se ajusten a las expectativas del curso.
La práctica de cálculo de volúmenes y superficie del miguelete, torre de la catedral de mi ciudad, Valencia, fue un problema que planteé a mis alumnos. Debo reconocer que les encantó, quizás por lo marciano de la propuesta.
Hice alusión a que con motivo de la llegada de compromis
al consistorio habían decidido pintar de rosa el miguelete. Tengo la capacidad de decir ese tipo de burradas seriamente y los alumnos, crédulos, piensan que es cierto. Eso demuestra que las ideas de los políticos no les asombran por lo pintorescas que sean.
Después del revuelo, y búsqueda infructuosa en internet de la noticia, les explique lo que debían hacer.
Alguna ayuda les dí con ideas de como lo haría yo. No encontraban con facilidad la información técnica necesaria, dimensiones de la torre, etc...Pero al final lo consiguieron. Use la torre del miguelete porque es un prisma octogonal, y me resultaba ideal para las clases de geometría que impartía ese curso.
En el curso he descubierto nuevas herramientas con las que poder realizar las mediciones de la torre tal y como explico en le proyecto.
Gracias a los compañeros que me han mostrado sus recursos.
Con respecto al proyecto de aterrizaje en júpiter, sencillamente la idea de poder jugar con huevos, les encanta.
Los alumnos idearon diversos modos de resolver el lanzamiento del huevo.
Realizaron la memoria del proyecto tal y como se lo solicité, y conseguí su atención durante el resto del curso.
El griterío el día de las pruebas en el pario fue mayúsculo, y el resto de profesores miraban alucinados como los alumnos lanzaban sus proyectos desde lo mas alto de colegio la patio. Algunos, con poca fortuna, rompieron los huevos, pero una gran mayoría consiguió el objetivo.
